viernes, 26 de septiembre de 2008

Tomo la palabra

La palabra escrita dejó de ser monopolio de los blancos. Un nuevo grupo de escritores aborígenes reclama la atención de los lectores para dar una versión propia sobre su historia y transmitir los valores de los primeros pobladores que tuvo el territorio nacional.

Sin embargo, la incipiente aparición de literatura indígena permanece casi en el anonimato y son pocas las editoriales interesadas en ponerla en circulación; incluso los organismos gubernamentales dan la espalda a los pedidos de apoyo de los artistas aborígenes.